Hoy toca hablar de un lugar muy importante dentro de una ciudad: el río. Su uso ha sido imprescindible para el desarrollo de los pueblos, ya que aportaba una serie de cosas que mejoraban la vida diaria de las personas. Por ejemplo su uso para la defensa de las casas, ya que se utilizaba como frontera natural antiguamente; también aportaba alimento, porque se podía pescar en él; y sobre todo y la más importante aportación de los ríos es el agua, el elemento más importante para sobrevivir, sin agua no somos nada.
El río Arlanzón, es el más importante dentro de la capital, y menos en la provincia. En su paso por Burgos lo atraviesan más de diez puentes, algunos muy conocidos (de los que hablaremos en el futuro) como el puente San Pablo o Santa María, u otros que son simples y estrechas pasarelas. El último gran puente que se esta construyendo sobre el caudal es el del bulevar, para unir el centro con Gamonal. Así lo vemos en la siguiente foto:
Cascada y puente en el Arlanzón en el trayecto del nuevo bulevar
Este río pertenece a la cuenca hidrográfica del Duero, su nacimiento se encuentra cerca del Pico de San Millán, en la sierra de la Demanda, a 2.132 metros de altura. Tiene una longitud 131,11 km y atraviesa dos provincias: Palencia y sobre todo Burgos, ya que 115 km transcurren por esta última. En la capital su paso transcurre de este a oeste, dividiendo a la ciudad en dos en la actualidad. Atraviesa varias poblaciones y zonas de la provincia.
Guarda una estrecha relación con los yacimientos de la sierra de Atapuerca, otorgaba una serie de ventajas que provocó que diferentes homínidos se asentaran en las cuevas que se formaron en esas montañas. La primera es que ese agua del río disolvió la roca caliza formando esas cavidades, dando un lugar para resguardarse; también aportaba alimentos tantos acuáticos como terrestres; y sobre todo la presencia del agua. Pero ya hablaremos de la Sierra de Atapuerca en el futuro.
Centrándonos en Burgos, hay que decir, que no es oro todo lo que reluce, debido a deshielos rápidos y grandes tormentas, el Arlanzón se ha desbordado unas cuantas veces, provocando inundaciones en la ciudad. Para dejar constancia de tales hechos, hoy nos podemos encontrar dos marcas en los soportales de la Plaza Mayor y ver hasta que altura llegaron las aguas del río. Como vemos en la imagen la más baja es la del 5 de junio de 1930, aunque no lo parezca es una altura cercana al metro ochenta. Pero hay otra inundación que llego más arriba y esa ocurrió el 11 de junio 1874. Curiosas fechas hay que decir, siendo época de calor pero con grandes tormentas en la ciudad. Pero la crecida que más muertos causó ocurrió en 1527 a principios de enero, tras un deshielo muy rápido después de una gran nevada.
A lo largo de su recorrido por la capital, nos encontramos diferentes paseos como La Isla, La Quinta o Fuentes Blancas. Además para el que no lo sepa Burgos tiene playa, es la de Fuente Prior, cuyas aguas pertenecen a nuestro río Arlanzón. Durante muchos años en el río podíamos ver a las mujeres lavando sus coladas. Incluso durante unos años hubo intención de transformar el río en una zona de baño, a la altura del instituto López de Mendoza, pero que tras adecuar la zona no se llevo a cabo.
El río ofrece un hábitat excelente para aves acuáticas y especies vegetales, además ha servido para tareas habituales de riego de cultivos de cereal, para la extracción de gravas imprescindibles para la fabricación de hormigón. Incluso en sus orillas han pastado numerosos rebaños de ovejas. Siempre ha sido, mientras no hubiera enfermedades o plagas, un río con muchas truchas y cangrejos. Hoy en día esta situación se esta recuperando poco a poco. En esta foto vemos algunas de esas aves acuáticas que nos podemos encontrar todos los días si echamos un vistazo a sus aguas.
Aquí acaba nuestro viaje por uno de los lugares más importantes de la ciudad y de la provincia de Burgos, el río Arlanzón, espero que os haya gustado y que con este pequeño artículo conozcáis otra de las maravillas escondidas de este municipio.
Maravillas de Burgos 